17.3.13

Hasta la vista baby

Mariana no vino a Lima ese año con expectativas de conocer a nadie en particular, sino de compartir su pasión por la música con los niños más pobres de la ciudad. A sus 28 años y sin mayores obligaciones, podía concederse el privilegio de la solidaridad y el altruismo sin molestar a nadie. Como buena montevideana, Mariana era una mujer linda, vital, extrovertida y culta, por eso no le fue difícil cautivar a los niños de Cerro El Pino, uno de los lugares más deprimidos y peligrosos de la zona este de la metrópoli... seguir leyendo

Todos mis cuentos

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Fotografía (c) John Earley/ flickr.com